
Ramiro Beltrán. Comunicación para el desarrollo
Luis Ramiro Beltrán (1930-2015) está asociado de manera indiscutible a la comunicación en América Latina, a la construcción teórica, a los temas de comunicación y desarrollo, a las políticas de comunicación y a las luchas por el derecho a la comunicación.
Cuando los intelectuales latinoamericanos de la comunicación consideraron que habían llegado a la mayoría de edad como para construir un pensamiento crítico desde este lugar del mundo, Beltrán fue uno de los pioneros que le puso calidad científica y sentido político a la tarea.
Doctorado en comunicación y sociología en la Universidad del Estado de Michigan (USA) en 1972, se le reconoce como uno de los fundadores de la teoría crítica de la comunicación latinoamericana.
Su actividad en los medios de comunicación comenzó, a los doce años, bajo la influencia de sus padres, ambos periodistas.
Desarrolló actividades cinematográficas, como su guión del documental antropológico de 30 minutos ‘Vuelve Sebastiana” (1955), sobre la cultura de los indios ‘chipayas’ en vías de extinción, dirigido por Jorge Ruiz, el cual obtuvo cinco premios internacionales y es considerada una de las referencias de partida del Nuevo Cine Latinoamericano.

Manuel Chaparro Escudero escribió que Beltrán se atrevió “a darle la vuelta al paternalismo difusionista estadounidense y hacerles comprender y recordarles que la información no es comunicación, que comunicación es un diálogo entre iguales y las tecnologías de la información deben facilitar este diálogo de la construcción social permanente, que su modelo comunicacional debía ser corregido y transformado para recuperar la dirección correcta”.
Desde la perspectiva de Beltrán el “comunicador para el desarrollo” constituye un tipo especial y particular de comunicador. “Lo principal que caracteriza a los comunicadores para el desarrollo es su voluntad de servicio público desinteresado, lo que suele llevarlos, en una situación como la de Latinoamérica a comprometerse con su profesión al servicio del cambio social justiciero”, afirmó.
Luis Ramiro Beltrán relató sus comienzos académicos y profesionales a Fanny Franco Chávez y Ana María López Rojas en una entrevista concedida a la revista Signo y Pensamiento, de la Universidad Javeriana (Bogotá):
“Desde septiembre de 1955 hasta agosto de 1970, hice estudios de posgrado en Comunicación y Sociología en la Universidad del Estado de Michigan, y tuve el privilegio de hacerlo con la orientación de dos brillantes colegas, el doctor Everett Rogers y el doctor David Berlo, director este último de la Facultad de Comunicación. Guiado por el primero, hice mi tesis de maestría, y con la orientación del segundo hice mi tesis de doctorado. Al cumplir esas tareas académicas llegué a cobrar plena conciencia de la arcaica y deplorable realidad social, económica y política de nuestra Latinoamérica, y sobre el reprobable papel de la comunicación, al servicio de fórmulas que perpetúan la hegemonía o la dominación de las mayorías desposeídas y oprimidas. Dediqué mis dos tesis de posgrado a la comunicación para el desarrollo, cuando no había en la región investigaciones sobre este tema” (Signo y Pensamiento No. 58, junio de 2011).

En los años setenta fue de los primeros teóricos de la comunicación que desde América Latina problematizó las cuestiones relativas a la democratización de la comunicación convirtiéndose en uno de los principales portavoces del NOMIC (Nuevo Orden Mundial de la Información y de la Comunicación).
En 1974, Beltrán dio a luz un concepto sobre políticas nacionales de comunicación (PNC) que se convirtió en un clásico de los estudios latinoamericanos en la materia. Definió entonces a las PNC como “un conjunto integrado, explícito y duradero de políticas parciales de comunicación, armonizadas en un cuerpo coherente de principios y normas dirigidos a guiar la conducta de las instituciones especializadas en el manejo del proceso general de comunicación de un país”.
Beltrán fue autor de una extensa producción científica y literaria recogida en libros y documentos de trabajo. Una curiosidad es que nunca se adaptó al uso de la computadora. Hasta el final de sus días siguió escribiendo sus textos a mano o en una antigua máquina de escribir mecánica.
Ramiro Beltrán es considerado como el pionero de la Escuela Latinoamericana de Comunicación. Su obra y legado de conocimiento es de estudio obligado para los comunicadores latinoamericanos.
Condensado del articulo por Washington Uranga, “Homenaje a Luis Ramiro Beltrán Latinoamericano, luchador y rebelde” publicado por REVCOM | Revista científica de la Red de Carreras de Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina. REVCOM, Año 1, #1, agosto de 2015 |