
Para mejorar el branding corporativo
El branding es la disciplina que se encarga de la construcción, el crecimiento, la expansión y el afianzamiento de una marca. Reúne todos los procesos y acciones que sean necesarios, desde la creación de una marca determinada hasta la generación de valor en ella.
En la práctica, el branding se ocupa de encontrar lo que caracteriza la marca, lo que hace que sea única.
Los elementos de diferenciación se basan en atributos tangibles o intangibles del producto o servicio que sean relevantes para sus públicos. Es decir, las características que respondan de verdad a los valores, las capacidades y la personalidad de la empresa.
La principal tarea del branding es potenciar esos atributos para hacer que la marca pueda llegar realmente al público al que se dirige.
Pero el branding no solo se encarga de detectar cuáles son estos valores. De hecho, su principal misión, en una segunda fase, es continuar trabajando para poder mantenerlos en el tiempo.
Las compañías que cuidan sus marcas de forma permanente, por un lado, serán coherentes en todo momento con sus propuestas de valor. Por el otro, también sabrán adaptar sus estrategias de marca a los retos y cambios de cada momento.
El branding corporativo se puede aplicar a cualquier tipo de empresa ya que contribuye a mejorar la salud de un negocio. Los beneficios que pueden obtenerse con un buen trabajo de branding son innumerables.
¿Cómo impulsar una marca?
Toda empresa puede verse beneficiada por las ventajas que ofrece el branding corporativo. Por lo que recomendamos los siguientes pasos:

Primer paso: definir el plan estratégico
El principal objetivo inicial es identificar qué hace que su empresa, su producto o servicio sean únicos, y que sean relevantes para su público objetivo.
¿Por dónde empezar? Nuestro consejo es comenzar analizando las 3 piezas clave de esta acción:
1- La identidad, la cultura, los valores, las competencias y las habilidades de tu empresa.
2- El mercado actual y las tendencias.
3- Las necesidades y aspiraciones de los usuarios actuales y potenciales.
Este primer análisis ayudará a formular una estrategia que, basada en aquello que es hoy su marca, defina hasta dónde quieres llegar y cómo hacerlo.
Todos los recursos internos tendrán que estar alineados con la proposición de valor que encierra la marca. De este modo, productos, personas, entornos físicos y virtuales y comunicaciones deben participar de forma activa y funcionar de acuerdo con la construcción de una percepción clara, coherente y definida.
La marca afecta a todas las áreas funcionales y debe contemplar la interacción con todos los grupos de interés, no solo con los clientes. Así que la clave es garantizar una experiencia coherente y alineada con la estrategia definida desde todos los puntos de contacto que la empresa posee, tanto propios como ganados o pagados.
El enfoque se sitúa principalmente en crear pautas de comportamiento en las organizaciones, tomando en cuenta que la percepción que tenemos de una empresa se construye más a partir de lo que hace que de lo que dice.
Por este motivo, es esencial destinar inversiones regulares y específicas para la marca. Trabajar el branding tiene que ser una tarea constante. Es parte de un plan que se basa más en rentabilizar los activos, soportes y contenidos propios de que ya disponemos que en comprar espacios en los medios de comunicación.
Hay que pensar que la construcción de una marca es una carrera de fondo, no un esfuerzo puntual.
Siguientes pasos: elementos clave a tener en cuenta
El desarrollo de este plan estratégico se compone de diferentes elementos que se pueden ir trabajando e implementando. Vamos a analizarlos uno por uno:
1. Identidad corporativa o identidad visual
Se refiere a los aspectos físicos y visuales de tu marca: estilo, logo, naming, packaging, ambientación de los locales, tarjetas de presentación, etc.
Si es cierto que una imagen vale más de mil palabras, debe pensarse en el impacto que puedes llegar a generar en su público gracias a una identidad corporativa bien desarrollada. Eso permitirá:
1- Crear un vínculo emocional con el consumidor.
2- Transmitir los valores de tu empresa a primera vista.
3 – Ser reconocida sin tener que presentarla.
Para personalizar la imagen de tu marca, puedes inspirarte en las últimas tendencias. En relación con el packaging, por ejemplo, puedes optar por materiales reciclados o reciclables, personalizarlos con elementos gráficos, utilizar nuevas tecnologías (como el código QR) para permitir un mejor rastreo del estado de entrega, etc.
La creación del nombre de la marca, el naming, es otra pieza clave para la imagen de tu marca. Captación, fidelización y posicionamiento en el entorno online están estrictamente relacionados con este elemento.
2. Contenidos de calidad
La creación de contenidos de calidad es una estrategia que tiene múltiples beneficios para la salud de su empresa. Por ejemplo, un blog en el que ofrezcas información útil y de calidad te permite:
1- Dirigirse a un público target bien segmentado y aumentar las posibilidades de captación de nuevos leads.
2- Consolidar la relación con sus clientes, hacer que le recomienden y se conviertan en embajadores de su marca.
3- Incrementar la autoridad de su empresa en el sector y hacer que su marca destaque entre la competencia.
4 – Trabajar tu presencia online y ganar posicionamiento en los buscadores.
Los contenidos de calidad, pieza clave de una estrategia de marketing, son una herramienta a tener en cuenta para implementar una estrategia de branding corporativo.
3. Comunicación con sus públicos
La comunicación con sus públicos es una gran oportunidad y un activo muy importante de tu empresa. Con el lenguaje correcto y las herramientas adecuadas, puedes establecer relaciones más cercanas y consolidar el vínculo con tus clientes.
Estos son algunos canales y estrategias que deberías explotar para que la percepción de tu marca adquiera valor añadido:Web con buena usabilidad.
– Emails bien estructurados y personalizados.
– Presencia en redes sociales.
– Ofrecer una experiencia de compra ágil y segura.
– Servicio de atención al cliente capaz de escuchar y ofrecer las mejores soluciones.
Trabajando constantemente para la mejora de estos elementos en su
estrategia, los resultados no tardarán en llegar. Y, lo más interesante de
todo, tener clientes comprometidos con su marca.
Conclusión
Las marcas son realidades vivas y deben ser constantemente dirigidas y cuidadas para que no pierdan su capacidad de influencia y su valor.
La construcción de una marca es el resultado acumulativo de todo lo que una empresa dice o hace desde todas sus formas de manifestación. Por eso, es difícil definir dónde empieza y dónde acaba la disciplina del branding.
Y, sobre todo, se debe recordar que: cada acción y expresión proyectará una imagen de su empresa en la mente de las personas con las que interactúe tu marca.
Las compañías que cuidan sus marcas de forma permanente, por un lado, serán coherentes en todo momento con sus propuestas de valor. Pero también sabrán adaptar sus estrategias de marca a los retos y cambios de cada momento.
Con información de: Maria Toledo de InboundCycle.com