
Maquiavelo frente a la gran pantalla: Pablo Iglesias
Una Joya De Lectura Que Liga Cine Y Política
El libro, del cual las lecturas forman parte, es una joya, que como dice su autor en el prefacio, ayuda a los lectores a ver el cine de otra forma después de haberlo leído.
Y si para esta tarea, solo podemos leer tres capítulos, es una encomienda obligada en nuestra vida y profesión de comunicadores, obtenerlo completo (pues le hacen falta 3 capítulos y el epilogo) y leerlo todo. Mucho más para quienes nos encanta el cine y los audiovisuales.
A sus 37 años, Pablo Iglesias es un “rompe esquemas”, como profesor universitario y en su papel de líder político de Podemos, el movimiento que está poniendo de cabeza a España y que lo ha llevado como Eurodiputado. Ha tenido una destacada presencia mediática siendo comentarista en varios programas de televisión.
Maquiavelo frente a la Gran Pantalla tiene un enfoque muy original que liga cine y política y nos lleva por senderos de ambos terrenos por los que no habíamos pasado o pensado antes.
¿Cuál es la relación entre cine y política? No tiene nada que ver con aquello de que el cine y la televisión están hechos para dominar a la gente y hacerla más tonta entreteniéndose en otra cosa.
Maquiavelo, nos dice Pablo Iglesias, “fue el primero en decir que el poder es, antes que nada una relación social y un conjunto de instrumentos de producción de hegemonía ideológica de un grupo contra otro”. A Maquiavelo se le considera el fundador de la ciencia política.
El cine tiene mucho valor para entender la política como relaciones de poder. El cine es un lenguaje que nos permite tener un nivel de conocimiento, tan real, tan cierto y tan verificable empíricamente como cualquier otra forma de conocimiento, al igual que cualquier ensayo. Y la gente, en su gran mayoría no lee ensayos, pero si mira cine. Y en el caso de América Latina, mira más telenovelas con las que moldea su cultura. Esto último lo estudió magistralmente Martin Barbero.
Sobre el cine en la guerra civil española, Pablo Iglesias nos revela que en los 39 años, que van de 1977 al 2013, cuando fue publicado el libro, se realizaron 58 películas en los que aquel evento histórico español aparece de alguna forma. Sin embargo, solo tres de ellos representaron en forma tímida lo que en realidad significó la guerra y el fascismo en España. A pesar que ese fue uno de los temas centrales de la filmografía norteamericana y europea de esa misma epoca.
André Maulrax, fue el pionero del cine alternativo español cuando en 1938 realizó la película Léspoir (La Esperanza) en plena guerra civil española. Los españoles pudieron ver el film 39 años después, hasta 1977, después de un rodaje interrumpido, censura y destrucción de la película por los poderes facistas español y francés.
El retrato oficial del cine español sobre su guerra civil, es que fue un acontecimiento desafortunado que le cayó a España como una catástrofe natural que afectó y dividió a la gran familia española, pero con la transición política de la dictadura de Franco a la democracia liderada por su rey, regresó la paz, la armonía y la prosperidad a España. Un retrato para borrar la realidad del pasado.
Mas adelante, el autor establece un paralelo entre dos películas: Apocalipsis Now, de Coppola y La Batalla de Argel de Pontecorvo. A pesar que ambas retratan la crudeza de dos guerras coloniales: Estados Unidos versus el movimiento de liberación Vietnamita y Francia contra el FLN de Argel, Iglesias nos devela los dos enfoques muy diferentes de cada una.
Mientras en Apocalipsis Now, el colonizador aparece rodeado de una belleza estética impresionante y con un enorme grado de superioridad sobre el colonizado, este último, nunca aparece, para demostrar su insignificancia, y para ser manejado a su antojo por la siquis narrativa del personaje principal protagonista. Charly, el Vietminh siempre está rodeado de tinieblas, y las tropas norteamericanas son ambientadas con mucha luminosidad, para representar el bien y el mal, el nosotros y los otros, la civilización y la barbarie.
Frantz Fanon, es el referente invocado por Pablo Iglesia para acompañar el análisis de Apocalipsis Now, debido al destacado papel que tuviera, este revolucionario caribeño-martinico, psiquiatra y filósofo, en la comprensión de la relación política, económica y cultural establecida por el colonialismo, entre dominantes y subordinados.
En cambio, en la Batalla de Argel, el director Pontecorva, establece un equilibrio entre las dos fuerzas protagonistas enfrentadas. Los líderes del movimiento de liberación hablan, expresan sus motivos y son dignificados, a pesar de sus métodos cruentos de lucha, pero que aparecen como el resultado de su respuesta ante la crueldad del imperio colonizador.
Bertold Bretch aparece relacionado porque desarrolló, precisamente una forma de arte escénica, orientada a provocar la conciencia crítica de espectadores y actores, un teatro transformador del mundo, destinado no solo a entretener. Bretch, rompía el sentimentalismo del auditorio con escenas fuertes, como las de la Batalla de Argel, para hacerlo que reflexionara y concluyera sobre la realidad. En Bretch, los ideales se encuentran siempre unidos el fondo, a la forma y a la estética.
Es interesante que la influencia de la Batalla de Argel, filmada en 1966, llegara tan lejos y sirviera en el 2003 al Pentágono para entrenar a los oficiales que mandaba a pelear a Irak, y hacerlos entender cómo funcionan las redes clandestinas de la guerrilla así como su disposición a inmolarse antes de rendirse, después de saber que las guerrillas salvadoreñas se inspiraron en esa misma película para organizar, en los años 70, sus bases iniciales, en el patio trasero norteamericano y llegar a ser uno de los movimientos antisistema más importantes a finales de finales del siglo pasado.
Lo novedoso del libro de Pablo Iglesias quizá no sea conocer de la estrecha relación entre cine y política, algo bastante obvio en estos tiempos de mucha información cultural y politica. Lo que sí es magistral es la manera tan fundamentada y didáctica como el autor deconstruye los filmes relacionándolos con la teoría comunicacional, enseñándonos una perspectiva más aguda de como analizar el cine.